La pandemia de COVID-19 ha trastocado prácticamente todas las esferas de la sociedad, y uno de los sectores que no ha sido inmune a su efecto es la industria de seguros.
Durante la mayor parte del 2020, el sector de los seguros se enfrentó a múltiples desafíos. Desde una disminución en la demanda de pólizas de seguros debido al encierro y la incertidumbre económica, hasta la necesidad de digitalizar rápidamente sus operaciones para seguir brindando servicios a sus clientes.
Un año después del inicio de la pandemia, no obstante, el panorama empieza a cambiar. La experiencia recogida durante estos meses, y las lecciones aprendidas, están ayudando a las compañías aseguradoras a redefinir sus estrategias y prepararse para el futuro.
Lo primero que salta a la vista es un fuerte impulso hacia la digitalización. En respuesta a las restricciones de movimiento y la necesidad de distanciamiento social, la mayoría de las aseguradoras han invertido de manera significativa en tecnología digital. Esto ha permitido no solo mejorar su capacidad para interactuar con los clientes de manera remota, sino también recoger y analizar grandes volúmenes de datos para diseñar productos de seguros más personalizados.
Por otra parte, el sector ha visto un resurgimiento en la demanda de seguros de salud y vida. La crisis sanitaria ha hecho especialmente patente la importancia de contar con una cobertura adecuada en estos ámbitos, impulsando el crecimiento en la contratación de estas pólizas.
Sin embargo, los desafíos no han desaparecido. El entorno económico sigue siendo incierto, y el incremento en los siniestros, sobre todo en el área de salud, ha puesto presión sobre las finanzas de muchas aseguradoras. Además, la transformación digital y el auge de los riesgos cibernéticos abren nuevos retos en cuanto a la protección de datos y la seguridad informática.
Es un hecho que el sector asegurador ha tenido que navegar por un entorno volátil e incierto durante el último año. Sin embargo, la adaptabilidad, la innovación y la digitalización se están convirtiendo en las claves para superar los desafíos actuales y prepararse para lo que vendrá después de la pandemia.